El veneno hace acto de presencia en los cotos españoles

El veneno hace acto de presencia en los cotos españoles

La utilización de cebos envenenados no solo es una infracción administrativa grave que implica una multa y la retirada de la licencia de caza o la licencia de pesca al infractor. También es una práctica que va contra el espíritu de la actividad cinegética y pesquera.

Sin embargo, el uso de veneno en los cotos y ríos de la geografía española es un mal que lamentablemente aún se da, como ha quedado patente en los últimos meses. El caso más reciente lo encontramos en Castilla y León, donde la Junta estudia suspender temporalmente la práctica cinegética en varios cotos del sur de Valladolid y el norte de Segovia, con el perjuicio que ello supone para los titulares de licencia de caza en Castilla y León. El motivo no es otro que la aparición de varios animales muertos con evidentes signos de intoxicación.
La medida, que no es la más deseable para quienes tienen licencia de caza en Castilla y León, tendría como objetivo restablecer las poblaciones afectadas por esta práctica. El tiempo de suspensión se situaría entre los dos y los cinco años, aunque puede ser revisable si se observa una clara mejoría.

Veneno también en la pesca

Pero los titulares de una licencia de caza en Castilla y León no son los únicos perjudicados por el uso del veneno en sus cotos. También aquellos que poseen una licencia de pesca han visto cómo los furtivos han puesto en peligro a diversas poblaciones en los últimos meses.
Así ocurrió a finales de agosto en el río Pas a su paso por Puente Viesgo (Cantabria), donde aparecieron muertos más de 74 peces (33 salmones y 41 truchas) tras ser envenenados. Los efectos para las personas con licencia de pesca en Cantabria ya se han notado: las capturas permitidas de salmón han sido rebajadas de 40 a 20 en 2013.